lunes, 23 de noviembre de 2015

Recuérdame cuando camines

Recuérdame cuando camines
Y te pares y le pares
Y acaso él supondrá tu pensamiento
Una mentira de vergüenza
Regalado un suspiro al viento.

Recuérdame cuando tengas café entre las manos
Y te queme la rebeldía
Y cuando entre tus dedos resbale
La sed codiciosa
La amargura temblorosa
De un despertar sin bailes

Recuérdate, triste y enrojecida
Pasabas desapercibida
No sin antes otear el horizonte

Que tus ojos dibujaban
Que tus labios deslucían y robaban.

Recuérdate cuando calle la fuerza de las mareas
Cuando no oigas mis silbidos
Y te preguntes dónde estabas
Y te preguntes a dónde me había ido
Después de tanto tiempo.

Recuérdanos, profanos y niños
No muy lejos
No tan cerca como creímos.

Pero sobre todo, recuérdame
Por eso que pudo haber sido
Por las ánimas en otoño
Por tu rímel resplandecido
Por tu mirada y mi desvío

Recuérdanos

Como dos tristes en el río.